Cada año que pasa nos ayuda a crecer, nos plantea nuevos retos, trae nuevas experiencias y aprendizajes. Este 2016 fue un año de mucho crecimiento, transformación y mejoras para AINDAC. Donde el servicio, compromiso y la dedicación de cada uno de los voluntarios, quienes comprometidos con esta causa fue una pieza clave para hacer esto posible.
Agradecemos a cada uno de ellos por cada minuto invertido, por cada donativo entregado con amor y cada esfuerzo para cumplir con nuestra misión: Ser un instrumento de asistencia y ayuda al niño desprotegido y a su núcleo familiar con el fin de fomentar su crecimiento y transformación positiva e integral (espíritu, alma y cuerpo), a través de programas, apoyos y donaciones que impacten su persona y entorno.
Este nuevo año nos recibe con nuevos retos, nuevos proyectos y nuevos sueños que serán un parte aguas para los años venideros, en los cuales nuestros voluntarios son y serán, como hasta ahora, las manos, brazos y pies que cumplirán con la misión que nos ha sido encomendada, haciendo lo que mejor sabemos hacer: Amar a los demás, no sólo con palabras sino con acciones.
Agradecemos no sólo su ayuda y servicio durante el año que termina, sino todos los años que han hecho posible que los proyectos en los que AINDAC participa sean una realidad. No queda más que desearles Feliz Navidad y un año lleno de bendiciones.
¡Nos espera un GRAN 2017!