Abandono de mujeres presas, una doble sentencia.

Según estadísticas, durante el 2016 los centros penitenciarios femeniles de la Ciudad de México albergaron alrededor de dos mil cinco internas, de las cuales sólo el 10% recibe alguna visita familiar, el 70% son abandonadas por sus hijos, esposo, pareja o hermanos, quienes después de 4 meses simplemente dejan de visitarlas, mientras que el 20% restante nunca ha recibido visitas.

La gran mayoría de las mujeres que ingresan a prisión cumplen una condena por participar como cómplices de sus parejas al ejecutar un delito.

El 65% de las reclusas en la Ciudad de México tiene entre 18 y 30 años de edad, lo cual las hace más propensas al abandono, pues al no poder cumplir con el rol de madres, esposa y protectoras del hogar, sus parejas y familiares asumen su ausencia como una perdida, la cual debe ser remplazada, a causa de las actividades que desempeña dentro del núcleo familiar.

El abandono en prisión no sólo genera problemas de autoestima y depresión en las mujeres, en casos extremos puede ocasionar trastornos mentales, que son atendidos en los propios centros penitenciarios.

Para muchas de las presas, la soledad causada por el abandono las motiva a inician relaciones homosexuales, pues ante la necesidad de compañía, cariño y atención se refugian en una relación sentimental con otra mujer, sin la necesidad de ser realmente lesbianas.

Para otras el hecho de convertirse en madres dentro de la prisión o saber que afuera sus hijos las esperan es un estímulo que las motiva a cambiar su conducta y luchar para transformar sus vidas. Sin embargo, el abandono después de tantos años en prisión provoca que su reinserción a sus familias como a la sociedad sea muy complicada.

En AINDAC sabemos el impacto positivo que causa la visita de nuestros voluntarios a los centros penitenciarios femeniles, donde se imparten talleres de ética y valores que transforman la vida de las mujeres en prisión, para que al salir pueden reintegrarse a sus familias y a la sociedad.

Si deseas conocer más sobre el programa de AINDAC en reclusorios puedes escribirnos a contacto@aindac.com.mx