De visita en los Asilos de la Ciudad de México.

Sus cabezas blancas muestran la sabiduría acumulada de tantos años, sus arrugas el paso del tiempo en sus vidas y las fuerzas desgastadas el largo camino andado.  Dentro de los asilos de la Ciudad de México uno puede encontrar la experiencia de muchas vidas, sin embargo, para muchos de los abuelitos la tristeza del abandono ha ensombrecido sus últimos días. 

Tal es el caso de Juanita, a quien se le cambio el nombre para guardar su identidad; sus hijos nunca le dijeron a donde la llevarían, simplemente la subieron al auto y la trajeron al asilo, donde a pesar de tener todos los cuidados y la atención que a su edad necesita, las lágrimas recorren su rostro al recordar a su familia.

Para otros abuelitos el asilo fue una decisión que tomaron en conjunto con sus hijos, quienes a causa del trabajo y otras actividades no podían cuidar de ellos, en especial cuando el viejito perdió la capacidad de moverse por sí mismo o alguna enfermedad propia de su vejez se hizo presente, sin embargo, para la mayoría de viejitos en un asilo no pierde la esperanza de pronto regresar con sus familias y vivir nuevamente en sus propias casas.

En AINDAC sabemos que durante la etapa de la vejez los ancianos requieren el mismo cariño y cuidado que un niño, por lo cual el programa de AINDAC casas hogar para ancianos busca brindar esa atención, donde ellos se sientan apreciados y amados, animándoles a continuar disfrutando de la vida. En cada visita de los voluntarios de AINDAC alegran el corazón de los ancianos, en especial de aquellos que han sido abandonados por sus familias.

 Si deseas conocer más sobre el programa de AINDAC en casas hogar para personas de la tercera edad puedes escribirnos a contacto@aindac.com.mx